lunes, 7 de mayo de 2007

Me lavo los dientes sagradamente. Me moría cuando me iba a la U sin llevar el cepillo, me compré otro que no saco de la mochila.
Pero aún así, siendo el cepillado una dinámica tan importante para mi mente obsesiva tiendo a hacer otras cosas paralelamente. Salgo del baño, camino por la casa, busco algo en mi pieza, veo tele, etc.
No recuerdo cuándo fue la última vez que me lavé los dientes 100% en el baño.
Mi madre y mi hermana para tratar de erradicar " mi mala costumbre" entraban a los baños y me dejaban fuera con todo el menjunge en la boca.
Su estrategia no funcionó.

2 comentarios:

Gabriela Bravo dijo...

te juro lhya, que intenté pasearme por la casa con la pasta en la boca... pero no duré mucho rato.
después de la última conversa referente a ello, me dije a mi misma :"misma, trata de lavarte los dientes de una forma más decente, sin chorrear la pasta de dientes por toda la ropa" y así fué como salí del baño a pasearme por la casa...
me falta práctica.
jaoaja seguiré tratando,

besos monga,

kurotashio dijo...

Estás dada para la campaña del Fluor jajajajaj :P

kurotashiO!