sábado, 21 de julio de 2007
Ese día en el aeropuerto de Madrid la espera fue eterna, ni la siesta producto del jetlag alivió el momento. Estábamos cansados, pero muy expectantes.
- pasajeros con destino a Mallorca embarcarse en la puerta M31- escuchamos claramente.
Nos levantamos rápido y empezamos a caminar.
Me costó un día adecuarme al horario.
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